jueves, 25 de octubre de 2012

‘Un mundo sin fin’ bajo la lente Cooke 54 y ARRI Alexa


El director Michael Caton-Jones trabajó en estrecha colaboración con el cineasta Denis Crossan para llevar a la pantalla una recreación de la Edad Media recreada al detalle con las cámaras ARRI Alexa y ópticas Cooke.


Las lentes de Cooke se han empleado a fondo para captar una visión panorámica de la Edad Media para Un mundo sin fin, la nueva serie épica de ocho horas producida por drama televisivo producida por Tandem Communications y Take 5 Productions en coproducción con Galafilm y asociación con Scott Free Films.
Basada en una novela de Ken Follett, el drama se desarrolla en la ciudad ficticia inglesa de Kingsbridge en un país inmerso en la Guerra de los Cien Años con Francia, y una Europa arrasada por la Peste Negra.
El director Michael Caton-Jones trabajó en estrecha colaboración con el cineasta Denis Crossan para llevar a la pantalla una recreación de la Edad Media, tomando pinturas prerrafaelistas como punto de partida, y usando su visión idealizada de la época victoriana en el aspecto de la producción. El drama fue filmado con cámaras ARRI Alexa junto a lentes Cooke S4, que van desde 18 mm a 180 mm.

Jugando con luces
Crossan ha destacado que “las lentes Cooke resultan ideales para este proyecto. Su enfoque fílmico y pictórico en un medio digital me ayudó mucho. Me gustan las cualidades que se obtienen de las lentes Cooke como su nitidez y resolución sin ser áspera, y su profundidad y calidez tonal que han ayudado a crear esa mirada. La luz que incide sobre un sensor tiene una calidad de imagen diferente que a menudo puede parecer dura en zonas como los rostros, pero con las Cooke era una cuestión menos de preocupación”.
Crossan apostó por una iluminación lo más naturalista posible, manteniéndose fiel a las fuentes de luz, tales como velas y antorchas, con un poco de luz de rebote adicional para mejorar un efecto fall-off. La calidad anti-resplandor de las lentes Cooke resultó ser particularmente útil al trabahjar con llamas en numerosas secuencias.
“Con velas y antorchas en todas partes, las lentes Cooke no presenta ningún efecto no deseado. De hecho, en ocasiones con grandes antorchas que a veces se produce una elipse alargada cuando se mueve a través del frame, me ha gustó mucho”, admite Crossan.
Con un rodaje de seis meses entre verano e invierno, con luz día e interior para tomas nocturnas, Crossan tenía que estar bien preparado para cualquier eventualidad iluminación. “Teníamos planeado el exterior para que pudiéramos rodar incluso a contraluz por lo que orientamos el decorado de Kingsbridge para lograr las mejores opciones. Logramos una interesante luz día en interior a través de las ventanas dejando que los fondos cayeran en oscuridad. Pasar luz exterior al interior era en ocasiones duro como algunas secuencias en la casa medieval más pequeña ya qye tenía ventanas pequeñas y era difícil de equilibrar la exposición con el exterior”.