En repetidas ocasiones he visto como muchos diseñadores de sonido se refieren a su profesión mediante el uso de diversas analogías y comparaciones con otras disciplinas. Lo interesante es que además de simplemente comparar similitudes, utilizar analogias también ayuda a encontrar nuevas herramientas y enfoques del sonido como tal. Un caso muy especial es la pintura, de la que hablaré hoy.
Creo que un diseñador de sonido podría llamarse fácilmente "pintor sonoro" o algo por el estilo, ya que -al igual que un pintor- emplea una serie de herramientas para crear algo nuevo, retratar una historia, idea, o simplemente expresar algo no tan explicable, pero que simplemente su mente obtuvo en el momento.
Hace unos días leía una interesantísima entrevista que le realizaban a Richard Beggs (quién aparte de ser un increíble diseñador de sonido también es pintor), donde le preguntaban acerca de si existía algún desarrollo tecnológico que haya afectado su enfoque artístico. Su respuesta fué:
"No, no lo hay. Podría especular acerca de como mi trabajo se ha visto afectado por nuevas tecnologías, pero no creo que eso sea tan interesante. Yo siento que mi enfoque siempre ha sido fundamentalmente el mismo. Lo mismo que con mi enfoque hacia la pintura. Mis interacciones con la pista y el proceso en el cual ocurren y se desarrollan las ideas es muy similar a mi interacción con el lienzo como pintor. Luz, oscuridad, masa, línea, contraste, color, textura, objetos avanzando o alejándose... Todas esas propiedades tienen equivalentes sonoros. Esas cualidades, utilizadas exitosamente, contribuyen a un estado emocional o expresivo que avanza la historia."
Es algo genial como Beggs explica que tanto el diseño de sonido como el la pintura requieren de procesos creativos y artísticos continuamente ligados a métodos y técnicas más generalizadas. Así como un pintor utiliza pinceles, combina colores, formas y conceptos, un diseñador de sonido realiza combinación de sonidos, los cuales pueden variar de color o forma (mediante efectos, edición) y se relacionan directamente con diversos conceptos narrativos y emocionales de la historia como tal.
Lo interesante de la comparación es lo que comenta Beggs acerca de que el enfoque artístico puede ser muy similar, y al fin y al cabo es lo que importa. Cualquiera puede tener lienzo, las mejores pinturas, pinceles y cuanta herramienta se le ocurra, pero eso no es lo que hará "maestra" a una obra, ya que el responsable del resultado no es otro más que el artista, quien toma las desiciones, desarrolla las ideas y domina la técnica.
Lo mismo ocurre con un diseñador de sonido. Las herramientas y técnicas como tal siguen siendo básicamente las mismas que eran hace muchos años. A la hora de diseñar para una historia seguirán siendo simples herramientas que cualquier otra persona puede emplear. Lo que hará diferente el resultado es como son empleadas, en base a la interpretación del diseñador y de como este logra todo un mundo de ideas, conceptos y decisiones artísticas que se vean reflejadas como su estilo personal.
Yo sé que es algo que a muchos les puede parecer sencillo y algo obvio. Lo es, pero eso no le quita la importancia que creo que se merece. Es simplemente una manera de mostrar que no se trata sólo de tomar sonidos y procesarlos. Es cuestión de desarro
llar una estética personal que permita utilizar esas herramientas de una forma especial. Es tener la capacidad para trabajar ideas más únicas dentro de la mente, sin necesidad de un plugin, micrófono, o algún otra herramienta. Por ejemplo, un pintor puede cerrar sus ojos y aún así crearse una idea de su pintura.
Ahora la pregunta sería: ¿Qué tan lejos puede ir tu imaginación sonora? ¿Cuanto tiempo te tomas en imaginarte un nuevo mundo sonoro para cada proyecto? Está bien que dominemos la técnica, pero siempre recordando que más importante que eso, está la imaginación.
Imagen: Richard Beggs (via USO Project)
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