Cuando pensamos en diseño sonoro para cine, a menudo nos imaginamos la gestación de sonidos para producciones en las cuales hemos de que recrear una historia ficticia, por ende construir un mundo ficticio de sonidos que pueda ser integrado a determinada historia. Pero… ¿Qué hay de los documentales?
El cine documental tiene la especial característica de no construir en todo sentido el contenido de lo que trata, sino que se basa en experiencias reales que son registradas directamente en sus acontecimientos, por ende con personas reales, sin actores, sin ficción, pero con historia, es decir con un objetivo narrativo, emocional y determinadas intenciones creativas, lo cual le implica al diseñador sonoro los retos a los cuales está acostumbrado con historias ficticias.
De hecho el sonido para documentales tiene en algunos casos retos más interesantes en tanto la historia es un poco más cerrada, más específica, ceñida a una historia que cuenta con unas características muy concretas, aunque el contenido emocional, la forma de presentar la historia, los diferentes estados que se presenten visualmente y en los diálogos, la interacción entre los espacios y los personajes, etc pueda ser narrado desde muchas perspectivas, lo cual le ofrece una tarea al sonido que no es ajena a la creatividad necesaria en la ficción.
De hecho el procedimiento es muy similar a como ocurre en la ficción, como comenta el danés Peter Albrechtsen, un asombroso diseñador de sonido que ha trabajado en todo tipo de documentales, además de películas más populares y de otra índole como La chica del dragón tatuado o El Anticristo. Según cuenta, su proceso consiste primero en conversaciones con el director al respecto de la atmósfera y los diferentes estados emocionales que se buscan reflejar. Allí ni siquiera entra aún la historia propiamente dicha, sino la visión general de la obra, para luego adentrarse concretamente en el aspecto narrativo.
Comenta Peter que es altamente importante para él la investigación sonora del lugar donde sucede todo, además de las ideas que tenga el director en torno al sonido que debe plasmarse y lo que este busque transmitir; y aunque hay cierta objetividad en la historia documental, igualmente termina siendo la apreciación de alguien, como comenta: "ninguna película es objetiva; es siempre una visión personal del cineasta".
En este sentido, "si el director decide apuntar a la cámara en una dirección específica y priorizar el material y editar la historia de cierta manera, lo cual significa que esta realidad ha sido severamente manipulada, por qué no debería permitirse manipular entonces el sonido?".
Es una postura interesante donde el diseñador debe tener bastante cuidado a la hora de abordar los espacios sonoros y las diferentes características del material, para lo cual, comenta Albrechtsen, es necesario conocer la locación, investigar el lugar, si es posible presenciar donde ocurren los sucesos o ante todo, procurar utilizar únicamente sonidos grabados en la locación donde suceden la magia, sabiendo además en qué momento pueden ser agregados sonidos más artificiales.
El grado de alteración será entonces definido no a partir de una visión meramente subjetiva del diseñador, sino siempre relacionada a lo que se esté narrando, donde entra a primar el contenido emocional, tan presente en el cine dn general pero de una importancia capital en los documentales, por lo que es importante "no olvidar que los documentales son acerca de gente real y de historias humanas que son ya muy especiales en sí mismas", como agrega Albrechtsen, quien cuenta haber llorado debido a lo emotivo del último documental en el que trabajó.
"Trabajar con documentales es algo que he estado haciendo desde el principio. En la escuela de cine aprendí que se puede enfocar el sonido para documentales de una forma tan creativa como para películas de acción – a fin de cuentas se trata de contar historias con sonido – por lo que es realmente inspirador ir y venir entre ambos."
También comenta que uno de los problemas también es que en el cine documental se suelen manejar presupuestos muy inferiores respecto a las producciones de otro tipo, lo cual hace que el trabajo de edición, diseño y mezcla, tenga que hacerse en muy poco tiempo, lo cual limita posibilidades, aunque de alguna manera también potencia las opciones creativas.
Vale la pena sin duda conocer el trabajo de Albrechtsen en cine documental, dado que su creatividad en torno a las diferentes historias es siempre grandiosa. Aunque en inglés, existe en DocHouse una masterclass impartida por Albrechtsen donde cuenta aún más a fondo al respecto de su trabajo en documentales, donde además reproduce varios ejemplos y explica las diversas situaciones con las que se ha topado en este proceso:
Otro reconocido diseñador sonoro para documentales es Coll Anderson, quien ha trabajado en documentales como Catfish, The Jinx o Restrepo, aunque también en grandes películas de otro tipo, como Black Swan.
Según dice, su interés en el sonido documental yace principalmente en el hecho emocional, en la historia, en el contenido que se narra y el increíble potencial de los relatos y situaciones reales, lo cual, según cuenta, ha cambiado bastante a lo largo del tiempo:
"La audiencia se vuelve más sofisticada, más atenta, cada año. Esto naturalmente influye en las historias que los documentales cuentan y se vuelve sumamente importante mantener la interacción entre la audiencia y la película a un nivel subconsciente, y el sonido es para mi el plano donde sucede esa conexión."
Anderson habla también de un punto interesante: el hecho de que los documentales son muy diferentes entre sí, lo cual implica encontrar en todo momento un nuevo flujo de trabajo y un enfoque diferente respecto al sonido, para lo cual trata por lo general de enfocar la obra en dos niveles distintos que enfocan la imaginación del diseñador y sus posibilidades:
"Primero la realidad superficial, la cual es tan ‘real’ que se asume como un hecho en sí… Si no tienes idea de lo que he hecho o incluso quien soy, entonces estoy haciendo bien una gran parte de mi trabajo. Luego me gusta intentar explorar otros aspectos más emocionales y subconscientes de la historia. Como buscar y hacer sonidos que podrían estar en tus sueños si revives la película en ese estado mental."
De esta manera el diseñador sonoro logra encontrar su nicho de trabajo, aunque igualmente debe estar siempre en pro de la historia, por lo que su autenticidad está calculada en "lo que funcione para la historia en sí", como comenta Anderson en una entrevista con Peter Albrechtsen para Designing Sound.
En una entrevista para el instituto Dolby habla además de la importancia de mirar ante todo la historia, de detenerse ante ella y "permanecer abierto a lo que cada película pide" y tratar de asumir una postura abierta en torno al vaivén entre el sonido realista y el imaginario, tratando ante todo de "expandir la realidad" que se presenta en la película y en la experiencia misma de quienes la presencian, llegando incluso a tomar decisiones como la de agregar pasos artificiales o sonido de lluvia externo al del lugar donde se presencian los hechos del documental. "¿Es eso fiel a la realidad?”, se pregunta Anderson, a lo que responde: "No, ¿pero es fiel a la historia? Absolutamente".
En el vídeo se puede apreciar por ejemplo el reto que tuvo al diseñar el sonido del documental sobre los Amish, donde la idea principal consistía en generar un ambiente sonoro que pudiera reflejar la "introspección silenciosa" de estas personas que viven en cierto aislamiento. Sin embargo, en el lugar existían todo tipo de ruidos de máquinas que no iban a permitir reflejar sonoramente ese contenido narrativo-emocional de la introspección por lo cual se recrearon una serie de sonidos nuevos que si bien no coinciden con la realidad, si lo hacen con la historia, con aquello que se quiere reflejar allí.
Por ello es tan importante ante todo tener en cuenta la historia y saber que aunque los sonidos puedan ser creados artificialmente y desde un punto de vista externo a la realidad que se quiera plasmar en la película, el eje creativo siempre ha de ser la historia misma, lo que esta pretenda no solo contar, sino hacer sentir. El diseño sonoro, sea para lo que sea, siempre es ante todo un diseño de emociones, de sentimientos, de recuerdo, de ilusión.
misazam (Blog)