jueves, 2 de febrero de 2012

Cloud en la industria discográfica

iCloud, el nuevo servicio de Apple para almacenamiento de datos en la nube, incluye una opción para guardar tus canciones en la red por apenas 25$ anuales. Lejos de ser perfecto, es una nueva opción que plantea nuevos retos para los autores: tener un pago justo por su música.
iCloud de Apple
Según un artículo basado en una entrevista de Digital Music News, el desglose de esos 25$ sería algo así:
  • 70%  es el porcentaje a repartir de los 25$, siendo un total de 17,50. El otro 30% se lo queda Apple.
  • 0,0035$ es la cantidad que se repartirá por cada una de las 5000 canciones que se estima que habrá de media, aunque podría llegar a un mínimo de 0,0007$ por canción si se agotan las 25.000 canciones.
  • De esa cantidad hay que deducir un 12% que se reparten entre las editoriales, y que volverán al autor en cierto porcentaje.
La primera conclusión es que para que una compañía obtenga un beneficio de un dolar en una librería media de 5000 canciones, debería tener al menos 1667 canciones de su catálogo, cosa improbable.
Como todos los nuevos servicios musicales online, sólo las grandes compañías, con catálogos muy populares y extensos, obtendrán algún beneficio sumando lo recaudado de forma global. Las compañías más pequeñas o independientes tendrán problemas para conseguir algo significativo. Por supuesto, sólo los artistas de cierta entidad llegarán a ver algún tipo de beneficio.
Esto apoya una teoría que llevo sosteniendo desde hace años y que he expresado en este blog en alguna ocasión: actualmente internet se ha convertido en un reflejo del mundo offline: la fragmentación de la exposición y la cantidad de propuestas musicales hacen que sólo los artistas más populares, muchos de ellos a base de invertir grandes cantidades de dinero y otros por sus características únicas, consiguen tener notoriedad como para poder amortizar todo el esfuerzo que supone la creacción artística de cierta calidad.
En cualquier caso, Apple no las ha tenido todas consigo. El nuevo modelo, tan discriminatorio como todos los demás, ha tenido amplia oposición durante los meses de gestación. ¿Cómo ha conseguido Apple convencer a las discográficas?: aprovechando la tendencia actual al "cortoplacismo" y pagando 150 millones de dólares por adelantado, en un mundo donde sólo importan los resultados inmediatos sobre estrategias más sostenibles o beneficiosas. Eso sí, sólo han pagado a las más importantes. A las independientes, ni un céntimo.